lunes, 12 de noviembre de 2012

siempre creyendo en esperanzas.


"Y entonces llega alguien que te hace olvidar todo lo malo ya vivido, alguien que te coge de las piernas, que las guía por el camino correcto y te ayuda a seguir por este, alguien que te sonríe y te dice que sigue aquí,  que esta para todo a tu lado y que bajo ningún concepto va a dejarte sola. Alguien por quien sufrir, alguien que duele, que hiere, que llora pero, al fin y al cabo, alguien que te hace más maduro el corazón, más apetecibles los tragos de felicidad, los domingos en casa, los lunes por la mañana. Y ¿sabes? Quiero que seas tu, que seas ese alguien que tanto espero, ese alguien que cubra mi nadie. Quiero que seas con el que como Nutella los sábados por la mañana, que seas bipolar, insoportable pero a la vez, tan constante y agradable, quiero que seas blanco y negro, dos polos opuestos, el calor y el frió en un mismo cuerpo, el yin y el yang, y que te conviertas en alguien tan tuyo, tan único, tan mío. No quiero cursiladas del tipo aparecer en mi portal con un ramo de rosas, voto por lo innovador, lo original, voto por unos churros, una manta y mi película favorita. Que seas ese que encienda mis arranques de locura, que pierda la cordura y que la maldad me pueda a mi. Y que no importa que duelas, que hagas daño, porque siempre habrá un sentimiento más grande que todo eso, el quererte. Tampoco pido el cielo, total, no lo necesito, solo pido un muelle. Un muelle en el que poder apoyarme cuando las cosas se tuerzan, una almohada, una persona detrás del teléfono. No hablo de felicidad, ni mucho menos, hablo de satisfacción, tu por mi, yo por ti."