jueves, 30 de agosto de 2012

que los principios suelen estar donde tu los dejas.


"Otra vez en frente de este maldito papel, joder, esfúmate, no quiero escribir, no puedo, no puedo y lloro. Se me acabaron las palabras esas que tanto me gustaba utilizar y con las que di vida a mas de uno de mis escritos. Supongo que me convertí en una de esas escritoras frustradas que no saben ya que contar, que tiene tanto sobre lo que hablar que se apalancan y no saben por donde empezar. Se me acabaron lo versos, ya no se juntarles de tal forma que suenen como el viento, que suenen de una forma ordenada, correcta. Ni hago rimas asonantes ni si quiera consonante simplemente no riman, ahora solo son palabras sueltas, aleatoriamente colocadas y bastante desordenadas. Se me acabaron las plumas, si, esas que utilizaba mas de cuando en cuando para dar rienda suelta a mi imaginación, a mi mente. Más que imaginación llamemoslo 'sentimientos escritos'. No se, antes escribiendo me sentía más liberada, ahora, bah, me ahogo. Se me acabaron los folios, las hojas de papel. Ahora me dedico a comprar periódicos, recortar letras y empezar a juntar letra con letra, palabra con palabra y por lo menos así no pierdo tanto la cabeza.  Se me acabaron las palabras, los versos, las plumas, los folios y las ganas, porque llegaron otra vez las lágrimas, esas mínimas cantidades de agua que salen de mis ojos y empiezan a estropear todo lo que mi pluma escribe en el papel. Se me apalanca en mi garganta este nudo de tristeza y palabras alborotadas. Porque hoy solo necesito un bolígrafo, ya que las plumas pasaron de moda, y un folio, solo necesito eso para crear una nueva historia, nuevos momentos, nuevas sonrisas, aqui, una nueva yo"

martes, 28 de agosto de 2012

siempre tu y tu maldita manía de aparecer cuando empezabas a no doler.


Y que contarte que no te haya contado ya. Y que decirte que no te haya dicho ya, decirte que sin ti este alma pierde su firmeza, esta sonrisa su vida y estos ojos su brillito tan característico. Y que hoy, como un día más, echo de menos tus abrazos, tus tonterías y tu maldita felicidad, esa de la que tanto me contagiabas. Porque después de tanto tiempo y de tantas veces intentar olvidarte me he dado cuenta de que siempre seras la mayor de las debilidades posibles, por lo menos para mi. Porque si algo tengo claro es que aun a pesar de todas nuestras tormentas y de las tempestades yo un día prometí que iba a estar ahí siempre contigo, me lo prometí a mi misma y juro que esa promesa no sera rota nunca. Y es que otro día más viviendo en la calle melancolía, viviendo de tus recuerdos y creyendo en tus palabras. Porque aunque no sea perfecta por la gente que quiero de verdad doy lo mejor de mi misma.