martes, 13 de marzo de 2012

privilegiado en cuanto a forma de disfrutar, vivía y dejaba vivir


"Puede que el olor del mar fuera el único que me ayuda a superar mi depresion en aquellos momentos.¡Que cosquillas! Era la arena, tan fina pero a la vez tan dura y rigida. Todos los días escuchaba de fondo el triste sonido del mar, y es que la verdad no me inspiraba nada bueno, pero abriendo mi corazón tengo que reconocer que aquel silencio junto con ese ruidito de fondo era lo que me hacía sentirme viva día sí día también. Es triste que la única forma de sentirte acompañada sea estando sola, y últimamente la soledad se mudaba a mi cama cada noche para hacerme derramar entonces un par de monótonas lágrimas. 
Sabía de sobra que la solución a todo aquello que pasaba no era la de huir ni mucho menos, pero el me dejo con todo el vacío. Había desaparecido porque pensaba que la vida no merecía la pena, que aun intentando ser feliz siempre tendría cosas que le harían tropezarse.Y era fuerte, yo juro que era fuerte que toda la valentía que yo tengo fue porque el me la enseño, y es que lo quiera reconocer o no, me dió la vida. Y ya no estaba, se esfumo como mis huellas en la arena despues de una ola, y nunca volvio a mi para darme un explicacion, tampoco se la pedí... Si algo se con certeza es que me quiso, es que le quise, es que nos quisimos. Porque aunque el fuera un simple navengante de esos que coleccionaban replicas de sus propios barcos, era mi navegante. Le costaba seguir con vida, porque últimamente su mirada se perdía cada día más en la mía y le costaba mucho hacerme reír de esa forma de como lo hacía antes. Gracias por las manías compartidas contigo y los recuerdos que nunca se borraran ni si quiera una misera enfermedad nos ganará."

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