lunes, 2 de abril de 2012

sonrisas que tapan toda la ausencia que hay en el alma.


¿Sabes que es esto que hay en el centro del pecho? Lo llaman corazón, dicen que es un órgano y que hace posible nuestra vida aquí. Tambien palpida y bombea sangre en cada uno de esos látidos. Ese es el corazón del que coloquialmente hablamos todos pero mi corazón es algo diferente, extraño, sensible e incluso raro. Se alimenta a base daño externo y su capa exterior esta completanemente creada por cicatrizes, las cuales las llamo así ya que nunca terminan ni de cicatrizar ni de desaparecer ni de cerrar, heridas y rasguños. Últimamente este corazón ya no bombea sangre si no lágrimas dolorosas apalancadas entre látido y látido, se atolondra fácilmente y de vez en cuando, y solo cuando las cosas van realmente mal decide que no se une conmigo en mi lucha. Porque si algo pudiera pedir a los Reyes Magos sería un corazón lleno de vitalidad, alegre y que me haga ver que soy fuerte. Este de ahora tiene unos límites y ya han sido sobrepasados más de una docena de veces. Porque aun depués de todo lo vivido, aun después de que este maldito órgano haya aguantado conmigo miles de noches en vela, lágrimas, risas y recuerdos clavados en el, vive aunque a veces en estado vegetativo. Estaré orgullosa de el porque aunque no sea tan fuerte como el de las personas que lo aturullan es mí corazón y, algún día conseguiré que se sienta orgulloso de todo lo que soy y de haber logrado todo aquello por lo que luché. Es un simple corazón pero tiene un historial de dolor más largo que el de cualquier persona y sige conmigo soportando que no sea perfecta o sea inmadura. Sé que no me abandonará porque he nacido con el y estaré con el hasta el final de mis días.

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