domingo, 20 de mayo de 2012

extraño cuando podía seguir con una buena sonrisa dibujada en la cara.


Un piedra ¿Qué utilidad tiene una piedra en este mundo? Ninguna, absolutamente ninguna la de molestar y poco más. Y ahora yo soy esa piedra que se interpone en el camino de los demás para ser un simple estorbo con una cabeza que no sabe donde meterse y con un corazón que ha expulsado tantas penas que hace que las lágrimas se hagan de ácido dolorido y mezclado con algunos ingredientes de frustración. Maldita frustración que solo se dedica a ahogarme en recuerdos y así no poder enfrentarme al mundo y no levantarme nunca de mi eterna caída. Solo me desintegro poco a poco con mi fuerza aquella que pensé que había conseguido pero que ahora después de quitarme mi antifaz me doy cuenta que solo es debilidad. Tumbada en el suelo solo necesito que alguien me mire y me diga: "Sécate esas lágrimas y lucha porque yo más que nadie se que has podido con mil piedras y tu no vas a convertirte en una de ellas si no que vas a ser la vencedora que las va a esquivar sin problema alguno"

No hay comentarios:

Publicar un comentario