domingo, 10 de marzo de 2013


"No sabía como explicarla que estaba aquí dentro, justo pegada al pulmón izquierdo, palpitando, gritando, queriendo. Como decirla que guardaba sus palabras en el primer cajón de la cómoda, sus sonrisas en el segundo y sus lágrimas no las conservaba, porque no podía, porque entonces yo me ahogaba, y entonces sonreía. No, no es algo que pudiera hacer, no podía explicarla el significado del verbo "querer" porque ni yo me le sé. Que aunque ella no lo creyese eramos como algún tipo de energía, de recarga mutua, de sonrisa recíproca. Y quería hacerte ver que somos mas que las reprimendas, que las malas miradas, que las desilusiones, que eramos un poco mejores que las palabras bonitas, que los hechos, que los perdones. Porque lo eramos, y yo lo sé, que siempre fue un vínculo fuerte, atado, pegado y deshecho un par de veces para volver a rehacerlo una vez más."

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