martes, 10 de enero de 2012

las cosas buenas en soledad pierden esa característica de ser tan buenas.


Puede que mi existencia sea cada día más marchita como el agua sobre la acera después de la tormenta o las lágrimas de dolor que tarde o temprano siempre terminan esfumándose. Y aunque nos toqué seguir, y meter la pata hasta el fondo y hasta de vez en cuando tengamos que rectificar comprendí que siempre esteremos solo. Bendita soledad, en ocasiones es el mejor recurso pero algunas otras veces tememos que nos invada. Lloramos por su llegada pero tampoco hacemos nada para que se vaya y para nuestra desgracia aunque no lo queramos reconocer la soledad siempre esta con nosotros en mayor o menor medida acompañandonos a cada sitio que vamos como nuestra sombra el de día más soleado de verano. No luchamos tampoco por librarnos de ella, al fin y al cabo es nuestro otro yo. Querida amiga soledad, bienvenida un día más a mi vida. Te propongo un pequeño reto, ¿te atreverías a aliarte conmigo y enfrentarnos juntas al mundo? Es un disparate lo se, pero asi tu dejaras de llamarte soledad y yo dejaré de estar tan sola.


1 comentario:

  1. Wow, me encanta!Gran entrada. Me gusta mucho tu blog, te sigo :)
    Si quieres pásate por el mío!
    http://quedaprohibidonocreartupropiahistoria.blogspot.com/

    ResponderEliminar