sábado, 4 de febrero de 2012

no es cobardía ante la vida, es cansancio ante el sufrimiento


Ahi sigen, los pañuelos de cada noche en mi mesilla, son como una estúpida monotonía de cada minuto. Seguramente ningun día me dignare a apartarles de mi vida, porque en ocasiones son los únicos que me comprenden. Esta noche las lágrimas no paraban de salir de mis ojos y un día más me ahogaba con mis propios recuerdos y pensamientos. Es llorar hasta el punto de querer morirte en ese momento, ahi tumbada en la cama y entonces cierras las ojos y te duermes, y al día siguiente te das cuenta de que has aprendido a llorar con los ojos cerrados. La verdad y es que siendo sinceros sigo siendo la frágil y la que deposita toda su confianza en la esperanza, viviendo con ella todos los días de mi vida. A lo mejor despues de tantas horas, de tantos días y de tantos meses queriendo desaparecer empiezas a valorarte a un mismo aun sabiendo que eres una milesima parte de esta mierda de mundo. ¿Hay sentimiento de soledad? Siempre lo hubo, cada día se agranda en mi cabeza y mente y todas las noche llega a invadirme por completo, ¿Hay sentimiento de necesidad? Por supuesto, necesidad de ser feliz de una maldita vez, necesidad de sentirme por una vez querida nada más, necesidad de ver reconpensado tanto sufrimiento diario. Es mi labor la de seguir, lo se, pero creo que llego demasiado tiempo intentando "seguir" sin conseguir nada a cambio. ¿Te acuerdas, mundo, de cuando me enviaste ese tipo de cosas que me hacian sentirme feliz? Acuerdate y haz que vuelvan, porque yo cada día me estoy muriendo más por dentro y mi existencia pues se esta haciendo cada día más marchita, e incluso parece que se hace invisible. Yo lo siento mucho, pero hoy no quiero pertenecer a esto, a este juego de sentimiento y a esta estupidez de cosa a la que llamamos vida. Hoy la verdad es que no, que adios, que seguiré luchando pero por mi cuenta, ya no quiero más cosas tuyas mundo, eres injusto y malvado.

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