no merecemos dolor, nadie se lo merece pero la gente es tan sumamente estúpida como para crearlo.

nunca tuvimos la valentía de exteriorizar que eramos más fuerte que toda esa mierda de ahi fuera, pero aunque no lo digamos lo eramos. Eramos mucho más fuertes que ellos pero menos débiles que nosotros mismos, eramos los que llorabamos cada noche con la minima esperanza de sacarnos las lágrimas y poder seguir a duras penas, eramos el típico grupo de personas que se preguntaba todos los días como podíamos estar viviendo después de todo, eramos sinceros y puros y lo seguimos siendo pero entre toda la estupidez que desprenden los demás es inapreciable. Innovamos en cuanto a forma de ser felices porque antes que todo eso queríamos sufrir para que así la felicidad nos supiera más rica y sabrosa, y eramos de los estupidos que se ilusionaban con palabras de lo más corrientes pero adornadas y maquilladas con un poco de maldad y amor. Fuimos pioneros a la hora de soñar con cosas imposibles y alimentarnos de recuerdos y vivir el presente sobreviviendo con el pasado en la cabeza. Eramos idiotas, imbéciles, incomprendidos, algo tontos, inocentes y pasajeros a la vida, pero reconfortaba saber que todo eso que eramos nos ha llevado a ser lo que somos ahora y que despues de toda vuestra mierda yo era, soy y seré menos que vosotros pero más que yo día si día también.